Hoy es un día importante para
nosotros, hoy es un día especial para nuestros familiares y personas cercanas,
hoy es un día que permanecerá en nuestra memoria por lo que queda de nuestras
vidas, hoy es un día para agradecimientos, para elocuencias, para la alegría,
para el llanto, para el vino y la champaña, para el descanso, para tomar
fuerzas, para olvidar y no arrepentirse. Hoy, de manera muy afortunada, estamos
frente a este atril con el fin de sujetar, con las fuerzas que quedan, el papel
que determinará, muy seguramente, el futuro que nos espera. Hoy, en un discurso
similar a éste, daremos gracias a quienes nos tuvieron paciencia, a quienes nos
acompañaron y aconsejaron en el recorrido ya superado. Final e irónicamente, dejaremos los agradecimientos para el Alma máter en último lugar y olvidaremos el por que. Sin cometer
ese error, en este escrito agradeceremos a quien nos acogió en su seno
académico por estos largos e imparables años. Le agradecemos su campus, sus
zonas verdes, sus pasillos, salones, escritorios, repisas, cafeterías,
laboratorios, sus profesores, sus administradores y todos sus errores. A
nuestra Alma máter, gracias por los
profesores que perdieron el gusto por la enseñanza, que olvidaron su papel en
la sociedad, que olvidaron actualizarse, por su desinterés académico, por
aquellos que son clasistas y racistas, por los que tienen el puesto sin
merecerlo, por la mediocridad de algunos y la soberbia de otros, por aquellos
con exceso de títulos y poco altruismo, por aquellos que hoy nos permiten
reflexionar, pensar, sentir academia y sociedad. Gracias por vincularnos a esta
élite social, que distingue las pocas cualidades pedagógicas. Cualidades que
han facilitado encontrar un ejemplo donde se deduzca, que la academia no
atiende las necesidades básicas de una comunidad pluralista, pluricultural,
plutiétnica, con diferentes exigencias, que esta entrando a un nuevo orden
mundial, a un mundo globalizado, tecnológico, sobrepoblado; aparentemente, al
observar la demanda, la academia se lava las manos brindando títulos por
volumen, a individuos con poca capacidad de reflexión, poca crítica y poca auto
crítica; presumiblemente, en el actual sistema, convienen individuos
con pocas dudas en sus pensamientos, permitiendo a los medios masivos de comunicación entrar en sus ideas, moldeando sus mentes y construyendo, finalmente, empleados, obreros, capataces. Lamentablemente, individuos con títulos y sin
conocimiento, que profesionalmente pretenden saber todo y que en la mayoría de
los casos saben solo lo necesario.
A todo este mar de consecuencias,
solo se le tiene agradecimientos, porque ha permitido deslumbrar el desierto de
opciones, posteriores a este escrito. Mil veces gracias, porque sin aquellos
errores, hoy nuestras mentes beberían del elixir alucinógeno de la farándula
mundial, de la publicidad, de los medios masivos de desinformación, de los
partidos políticos, de los políticos, de las religiones, de las redes sociales
y demás actividades falaces de la actual sociedad.
Y a la sociedad que la actual
academia ha construido, gracias por mostrarnos el nepotismo, la palanca, el
impuesto al favor recibido, la competencia, la guerra, la religión, la
esclavitud, el egoísmo, el egocentrismo, la avaricia, la codicia, el
desinterés, la indiferencia, la separación de clases, el racismo, el clasismo,
el fascismo, el apartheid.
Gracias por indicar el otro
camino, el más humano, el más sensato, el más sincero, el más honesto, el más
real.
@Sebastiamos
Adenda: Discurso escrito de forma general y adaptable a cualquier institución.